Thursday, March 5, 2020


Nada Sin El Agua
En todos los países a través de el mundo, hay idiomas, culturas y comunidades diferentes, pero hay una cosa que todos tienen en común: el agua. El agua es una parte fundamental de la existencia humana y, en algunas partes del mundo, se está eliminando. En países como Latinoamérica, África y Europa, la privatización del agua es un movimiento de los recursos del agua de manos del público a manos de empresas privadas. Yo opino que la privatización de las aguas es un violación de los derechos humanos y es un abuso del capitalismo. 
La privatización de las aguas es una violación de los derechos humanos porque la gente no puede sobrevivir sin acceso al agua para beber, cocinar, limpiar, bañarse y otros usos. Después de la guerra de agua, el agua fue devuelto a el público. En el artículo de El Instituto para El Desarrollo Rural de Sudamérica, decía que los cambios en el gobierno y los derechos por agua. En su constitución agregaron un artículo sobre los derechos al agua y que el estado promoverá el acceso y conservación de los recursos de aguas para todos los bolivianos. 
También, la privatización de las aguas es un abuso del capitalismo porque crea un sistema que ayuda a los muy ricos y daña a los pobres. Según el artículo “La guerra interminable: 15 años de lucha por el agua en Bolivia,” cuando la sistema de agua fue privatizado, hubo un incremento en las tarifas de entre el 30% y el 300%. El sistema privatizado, en el cual tiene todos el poder sobre los recursos de agua, puede cambiar por lo que es beneficioso para ellos, independientemente de la forma en que afecta a la población boliviana. Para una gran parte de la población de Bolivia, este aumento fue una carga financiera imposible.  Es ridículo que este tipo de sistema sea una opción en Bolivia y fue creado sin la consideración de los impactos económicos.
Mientras la privatización de las aguas puede crear infraestructura y es útil por los gobiernos, las empresas de privatización del aguas con frecuencia aumentan los precios del agua y hacen imposible que las poblaciones pobres acceder a las aguas. Estos comercios tienen el dinero y los recursos para construir mejores sistemas de agua. Sin embargo, una gran parte de la población no se puede permitirse usar estos recursos. Yo dudo que estas empresas pensara sobre que sus políticas afectaron la gente. Por eso, la integración de estos sistemas es beneficiosa para muy pocos y tiene consecuencias negativas para muchos.
En general, la privatización de las aguas es un acto de crueldad que elige dinero sobre la gente. En mi opinión, el capitalismo debe educar a las personas y darles recursos para el éxito. En muchas de las protestas en contra de la privatización, la gente dice “el agua es vida.” Esta frase es fundamental para entender la pasión, cultura y implacabilidad de las protestas en la lucha por este recurso vital.